El teléfono maneja dos tipos distintos de información: la voz y la señal. A pesar de que se manejan a tiempos diferentes, ambos se transmiten por el mismo par de cables. El teléfono viene equipado con una campana (o algún otro sistema que genere sonido) para avisar al usuario que tiene una llamada que entra, y una especie de disco giratorio (hoy en día reemplazado por botones) que permite marcar el número telefónico de otro teléfono al que se quiere llamar (para las llamadas que salen).
El teléfono está compuesto por un micrófono (que transmite la voz) y un receptor (que reproduce la voz proveniente del otro teléfono).
(Telefóno 1896, Suecia)
El teléfono es un invento revolucionario pues permitió la comunicación y transmisión de información de manera rápida, sin necesidad de que una persona se tenga que desplazar a otro sitio o enviar su mensaje de manera física. A diferencia del telégrafo, el teléfono es mucho más personalizado pues permite oir la voz de la persona. Es también más eficaz al permitir que los participantes hablen en tiempo real; es decir, no tienen que esperar a que responda la otra persona sino que pueden intercambiar y compartir información de inmediato. El teléfono abrió las puertas a varias tecnologías que se utilizan frecuentemente en la cotidianidad como son el teléfono móvil (el cual presenta la oportunidad de poder hablar con otra persona al desplazarse, sin tener que ir o permancer fijo en un mismo lugar) y servicios como Skype (que permite hablar con personas alrededor del mundo desde sus computadores sin necesidad de pagar tarifas por el mismo servicio).
Bibliografía:
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